En el contexto del próximo 5° Congreso Internacional de Ética y Bioética Usach 2025, el abogado del Comité de Ética Institucional de la Universidad de Santiago de Chile, Álvaro Moreno, destacó el rol vanguardista de la institución en la regulación de la investigación científica en Chile, abordando temas cruciales como la protección de datos, la regulación de la Inteligencia Artificial (IA) y la adopción de normativas internacionales.
El Comité de Ética de la USACH cuenta con más de 15 años de trayectoria y es el primer comité de ética científico acreditado en Chile. Moreno enfatizó que la característica principal del comité que lo distingue de otros es su conformación transversal y diversa. “Es un comité central que abarca cinco áreas de conocimiento y revisión de proyectos de investigación: Ingeniería, Química y Medio Ambiente, Ciencias Médicas y Bioquímicas/Biomedicina, Humanidades y Ciencias Económicas, y Animales.
Esta estructura permite que se produzca un diálogo enriquecedor entre diferentes áreas, lo cual es vital para proyectos de investigación transversales, especialmente en el contexto de la Inteligencia Artificial (IA), como el uso de la IA en diagnósticos de exámenes médicos”, explicó el abogado.
Respecto al proceso de revisión de proyectos, Álvaro Moreno describió que “busca ser lo más expedito posible, ingresando el proyecto junto con los antecedentes (como el consentimiento informado). El comité tiene legalmente 45 días para emitir informes, aunque en la práctica suele tardar dos semanas en emitir el primer informe (Aprobado, Pendiente con Observaciones o, excepcionalmente, Rechazo)”. De esta manera, el objetivo primordial del comité es proteger al participante de la investigación, una modificación conceptual adoptada de la última Declaración de Helsinki (cambiando “sujeto de estudio” por “participante”).
Avances legislativos y la nueva ley de protección de datos
En cuanto al marco regulatorio, Moreno señaló que la legislación chilena debe complementarse con normas internacionales, dado que el desarrollo de la investigación es más rápido que el proceso legislativo. Los pilares que inspiran la regulación son las Declaraciones de Helsinki y los tratados de derechos humanos.
Un cambio fundamental es la nueva Ley de Protección de Datos Personales (Ley 21.719), publicada en diciembre del año pasado. Ante esto, Moreno detalló que “esta ley, que sigue el modelo de la Comunidad Europea en protección de datos, aún se encuentra en un periodo de vacancia legal y deberá estar 100% vigente en diciembre de 2026”.
La nueva normativa trae modificaciones significativas, pues flexibiliza en cierta medida la investigación cuando se realiza con datos anonimizados. Esto se acoge en parte a las modificaciones de las pautas internacionales, que permiten solicitar la dispensa del consentimiento informado en ciertas excepciones.
Regulación de la Inteligencia Artificial y neuroderechos
En el ámbito de la IA, el abogado destacó que Chile es uno de los países pioneros en América Latina en la regulación de la Inteligencia Artificial y la protección de datos personales. La CIMED (Comité Interministerial para el Desarrollo de la Inteligencia Artificial) ha servido como motor para la regulación de este proyecto de ley, que recientemente pasó al Senado. Esta regulación de IA sigue el modelo de la Unión Europea, que se basa en una teoría de riesgo (riesgos inaceptables, alto riesgo, límite y bajo riesgo).
Respecto a la adopción del modelo europeo sobre el estadounidense (que es más flexible), Moreno atribuyó la decisión a políticas económicas, “ya que una legislación compatible con la Unión Europea facilita la homologación de procedimientos para operaciones comerciales y transferencia tecnológica”, argumentó. Adicionalmente, se destacó que Chile es uno de los primeros países en el mundo en tener regulada la protección de los neuroderechos en la Constitución.
El Congreso como espacio de diálogo ético
El objetivo fundamental de esta quinta edición del Congreso Internacional de Bioética es establecer un diálogo que busque el equilibrio entre la investigación, la protección de los participantes del estudio, la regulación legal y la evolución de las normas internacionales.
Finalmente, el abogado Moreno concluyó que la esperanza de cara al futuro, en áreas como la edición genética o el desarrollo científico, es que la investigación siempre tenga como límite infranqueable la protección de los derechos humanos. “La investigación es fundamental para el desarrollo, pero no podemos realizar cualquier acción con que la finalidad sea investigar”, concluyó.
Texto y fotografía: Facultad de Ciencias Médicas Usach




